A unos veinte días para Navidad y con ganas ya de celebrar, todas las calles de las ciudades, sus parques, edificios públicos, empresas y comercios han empezado a decorarse con las tradicionales luces y motivos navideños.
A esto hay que sumar la presencia de los castañeros por cada esquina. ¡Nos encantan las castañas y ese olor a castaña asada nos traslada rápidamente al invierno y a las fechas navideñas. Sin dudad es uno de los olores de la Navidad.
Aunque lo cierto es que este año, el tiempo no nos ha acompañado para pensar en una navidad fría que es lo que toca en este hemisferio y el asunto empieza a ser ya preocupante, por lo que desde aquí, no queda otra , lanzo un grito por nuestro planeta y la responsabilidad de todos nosotros para cuidarlo
Y volviendo a las ganas que todos tenemos ya de Navidad, seguro que muchos de vosotros también habéis aprovechado estos días para decorar vuestras casas y poner árboles preciosos.
Nosotros llevábamos días buscando hacer algo diferente a otros años anteriores. Algo que de alguna manera nos dejara margen a la personalización y a hacer algún tipo de trabajo manual.
Buscando y buscando hemos encontrado este arbolito de madera que rápidamente nos ha llegado al corazón y os podéis imaginar que nada más verlo ya teníamos mil opciones en la cabeza para pintarlo y decorarlo.
Una vez decidido que lo pintaríamos, hemos tenido que hacer en casa una asamblea para decidir de qué manera hacerlo y con qué colores. Al final ha ganado la sencillez y ante la ausencia de lluvia y nieve nos hemos decantado por decorarlo con unos sencillos topitos blancos. Hemos pasado un día estupendo recopilando todos los materiales y una tarde muy entretenida pintándolo y pensando dónde ponerlo.
Otras opciones que hemos barajado pero que ya serán para otro año y que vosotros podéis poner en práctica son : pintarlo con topitos de colores o de otro color según el gusto o a rayas o a rayas y puntos, con washi tape, con recortes de periódico, con diamantitos adhesivos, con plumas de colores… hay multitud de posibilidades.
Os dejamos aquí los materiales usados por nosotros y el paso de cómo hemos hecho el nuestro y si te apetece, ponte manos a la obra. Espero que os sirva a todos de inspiración y no dudéis en contarnos cómo lo habéis hecho vosotros. Aquí os dejamos lo que hemos usado:
- Árbol de madera de Muy Mucho
- Tempera blanca
- Bastoncillos higiénicos
- 2 cajas de madera de frutas recicladas
- Una puntilla grande y ancha de algodón color crudo, esta es de Tiger
- Cinta de cáñamo
- Guirnalda de luces led tipo cristal, esta es de Tiger
- Bolas de colores al gusto, estas son de Muy Mucho
- Bola de cristal con pequeño Belén (os dejo esta opción para los que además ponéis Belén también así de forma muy sencilla tenéis todo solucionado de un paso), esta es de Muy Mucho
- Muchas granas de pasarlo bien
Lo primero que hemos hecho ha sido la base para nuestro árbol. Hemos unido dos cajas de madera de frutas recicladas con una cinta de cáñamo. Hemos decorado el frontal con esta bonita puntilla de algodón que encontramos un día por casualidad y nos enamoró. Sobre ella hemos puesto una blonda en forma de corazón y rematado con tres vueltas de cinta de cáñamo por todos el contorno de las cajas y centrado. Para rematarlo hemos hecho una sencilla lazada.
Sobre las cajas hemos colocado el árbol y hemos abierto los listones de madera buscando el equilibrio para que no se moviera, luego hemos mojado unos bastoncillos higiénicos en tempera blanca y hemos repartido topitos blancos por todos los listones.
Es importante no mojar mucho los bastoncillos y hacerlo a modo de estampación como si estuviéramos dejando la huella de un dedo. De esta forma vamos a garantizarnos la uniformidad de todos y un secado más rápido.
Tras dejarlo media hora secar, lo justo para merendar una buena fruta y unas magdalenas que habíamos puesto a hornear antes de comenzar con la pintura, colocamos primero la guirnalda de luces y luego, para darle un toque de color, unas cuantas bolas de cristal, rellenas de topitos de colores de fieltro. Y así nos ha quedado de cuco, sencillamente bonito.
¡Qué tengáis una semana muy singular!